Javier Aroca inaugura las jornadas ‘Súbditos de una dictadura, ciudadanos en una democracia’ con un llamamiento a la memoria crítica 20 octubre 2025
La Universidad de Cádiz acoge un encuentro académico y divulgativo que analiza la evolución de los derechos políticos, sociales y culturales en la transición del franquismo a la democracia
La Universidad de Cádiz ha inaugurado en la tarde de este lunes las jornadas Súbditos de una dictadura, ciudadanos en una democracia. Historia y memoria, un foro de reflexión académica y ciudadana en torno a los procesos históricos que marcaron el paso del régimen franquista al sistema democrático actual. La actividad, coordinada por el catedrático emérito Alberto Ramos Santana, junto a la profesora titular de Historia Contemporánea Lola Lozano Salado y el investigador Carlos Píriz González, ha tenido lugar en la Sala Argüelles del Edificio Constitución 1812, y se desarrollará hasta este martes.
El acto inaugural ha contado con una destacada afluencia de público, entre quienes se encontraba la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores. En sus palabras de bienvenida, el profesor Ramos Santana subrayó la necesidad de mantener estos espacios de análisis histórico y diálogo social para preservar la memoria colectiva de nuestra historia reciente.
Por su parte, la directora del Instituto de Investigación en Estudios del Mundo Hispánico (IN-EMHis) y catedrática de Literatura Española, Marieta Cantos, destacó el papel de la Universidad como motor del pensamiento crítico y la formación en valores cívicos: “Estas jornadas son una muestra de la importancia de fomentar el diálogo entre la academia y la sociedad”.
La primera charla del programa, titulada Historia y memoria, estuvo protagonizada por Lola Lozano Salado, también coordinadora de las jornadas. En su intervención, la profesora de Historia Contemporánea ha compartido un emotivo testimonio personal con el que ha ilustrado el clima de silencio y represión vivido en la sociedad española durante los últimos años del franquismo. Recordó cómo, siendo una niña, su familia se ausentó de la visita del dictador Francisco Franco a la provincia en 1970 y ha relatado que tuvieron que guardar en secreto ese acto. “Fue solo durante la Transición cuando supe que mi padre había sido represaliado por el franquismo. Aquello me hizo comprender que durante años fuimos súbditos, no ciudadanos”, ha explicado.
A continuación, llegó el momento de Derechos políticos: sin voto, pero con referéndums dictados vs. elecciones libres. Ha abierto Alfonso Pinilla García, profesor titular de Historia Contemporánea de la Universidad de Extremadura, quien ha abordado los factores que precipitaron el final del régimen franquista. A través de un análisis estructurado, expuso los cuatro grandes desajustes que condujeron al colapso de la dictadura: económico, social, geopolítico y de carácter personal. Sobre este último, recalcó la naturaleza personalista del régimen y cómo su desaparición se vinculó directamente a la muerte de su líder. “Franco fue el pilar único de un sistema sin mecanismos de renovación. Cuando cayó él, cayó todo”, afirmó. Pinilla ha aportado a su intervención una provocadora metáfora: “¿Cuánto de dinosaurio queda en una gallina?”, invitando a la reflexión sobre las huellas que el franquismo dejó en la democracia española.
En la misma sesión ha intervenido Javier Aroca, analista político, jurista y conferenciante, que ha conducido una exposición contundente bajo el interrogante de cuánto franquismo queda en el régimen actual. Aroca ha planteado una revisión crítica de la herencia institucional y cultural del franquismo, cuestionando la profundidad del cambio democrático tras 1975. “No estamos en el régimen del 78, sino del 77, cuando se dejó todo atado”, ha afirmado.
En su intervención, ha alertado sobre la pervivencia de ciertas estructuras y mentalidades heredadas del régimen. “El Tribunal de Orden Público se disuelve, pero nace la Audiencia Nacional con muchos de los mismos jueces. La mentalidad franquista ha permanecido en buena parte de la judicatura”, ha afirmado. Aroca, en su análisis, ha lamentado la ausencia de una auténtica oposición política al franquismo en los años finales del régimen, reivindicando el papel del sindicalismo, y en particular de Comisiones Obreras, como una de las pocas formas de resistencia efectiva. “La sociedad, los políticos y la prensa no hicieron nada de oposición”. Con un estilo directo y sin eufemismos, Aroca ha rematado su intervención con una reflexión: “La España franquista está durando demasiado. La hemos limado poco, y todavía hay que preguntarse cuántos franquistas quedan en nuestras instituciones”.

Tras la intervención de Aroca, la tercera sesión ha estado dedicada a los derechos sociales y laborales, bajo el título De obrero vertical a obrero organizado. En ella han intervenido Francisco Acosta Orge, cofundador de Comisiones Obreras (CC OO), y Diego Caro Cancela, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Cádiz. Ambos ponentes han ofrecido una visión complementaria sobre la evolución del movimiento obrero en España.
La Universidad como espacio de memoria democrática
Las jornadas continuarán este martes con dos nuevas sesiones centradas en el papel de la universidad y el sistema educativo durante el franquismo, así como en el análisis del control ejercido sobre la prensa y la libertad de expresión. En concreto, la mesa titulada La universidad franquista y el movimiento estudiantil. La enseñanza media contará con las intervenciones del catedrático emérito Juan Sisinio Pérez Garzón (Universidad de Castilla-La Mancha), el profesor titular de Historia Contenmporánea Alberto Carrillo (Universidad de Sevilla) y la docente de Educación Secundaria María de las Virtudes Narváez. Posteriormente, la sesión dedicada a la prensa y la censura será conducida por el periodista José Aguilar Villagrán y el propio Alberto Ramos Santana, quien cerrará las jornadas con una reflexión sobre el papel del historiador frente al olvido
